Yo quiero ayudar a esas mujeres porque yo también estuve allí, viendo mi vida paralizada en la búsqueda de la maternidad. Deprimida, obsesionada, angustiada, en una crisis vital muy intensa. Duelo sobre duelo, en silencio y recomponiendo los pedazos como podía para intentar seguir adelante en mi lucha, e intentar al mismo tiempo seguir adelante con mi vida de la mejor manera posible, aunque desde el entorno recibía cierta presión para estar contenta y «como siempre»…cuando una parte muy importante de mí estaba rota y yo sabía que no volvería a ser la misma.
Así que he diseñado un programa desde la empatía y la profesionalidad, para que las mujeres que han pasado y que pasan por abortos recurrentes cuenten con la ayuda que necesitan.
Para que no haya ni una mujer en esa situación que se sienta sola, desamparada, incomprendida, silenciada y sin la valentía y motivación necesarias para luchar por su sueño.