Es normal que tras un aborto espontáneo sientas culpa. Buscas respuestas para sentir que es posible evitar que suceda otra vez.
Entonces te acuerdas de aquel día que cogiste unas bolsas muy pesadas. O de haber ido a una reunión donde había gente fumando. Quizás el día anterior te peleaste con tu suegra. O esos días tenías mucho estrés en el trabajo y no quisiste bajar el ritmo. Tu mente buscando cualquier explicación posible para intentar encajar tanto dolor.
Entonces aparecen en tu mente las “frases y preguntas trampa”. Son una trampa porque no tienen salida ni respuesta. Te quedas enganchada a ellas, dándoles vueltas y sintiendo cada vez más angustia y más culpa.
“Tenía que haber hecho…” “No tenía que haber hecho…” “¿Y si no hubiera…?” “¿Y si hubiera…?” «¿Por qué a mí…?»
Lo cierto es que un aborto espontáneo casi nunca es culpa de la madre. Digo casi nunca porque puede haber casos como el consumo de drogas que están reconocidas como una causa de abortos relacionada con los hábitos de la madre.
También es verdad que los abortos en las primeras semanas suelen deberse a fallos cromosómicos. Por eso nos dicen que es normal, que le pasa a muchas y que sigamos intentándolo.
Pero el asunto se complica cuando abortas otra, y otra vez. Eso ya no parece tan normal, ¿verdad?
Obviamente está pasando algo que impide a tus bebés quedarse contigo. No es sólo “mala suerte”. Quizás empieces a sentirte “defectuosa” o “fracasada”, y es ahí cuando crece la culpa.
Y también es ahí cuando hay que empezar a cambiar las creencias acerca de lo que te pasa, y a derribar los mitos alrededor de los abortos.
Muchas personas te dirán cosas. Otras las habrás escuchado, o las supones. Pero lo más seguro es que, así de primeras, no tengas ni idea de cuál es el problema ¡porque suele ser muy específico y muy médico! Créeme cuando te digo que seguramente no tiene nada que ver con lo que te diga tu vecina del quinto.
La mejor forma de acabar con este sentimiento de culpa es la información y la planificación. Busca médicos que realmente sepan de reproducción. Habla de tus emociones y aprende a gestionarlas con una buena psicóloga especialista en abortos de repetición. Conoce todas las causas posibles y traza tu estrategia para investigarlas. No sigas dejando espacio en tu mente para elucubraciones que no te llevan a ningún sitio.
En pocas palabras, no te sientes a esperar que la solución llegue mágicamente, o que un día “suene la flauta”. Lamento decirte que en la mayoría de los casos eso no sucede. Tu bebé necesita que te hagas cargo de tu proceso desde ya. Nadie lo va a hacer por ti. Recuerda: tu YA eres su madre y estás actuando como tal.
¿Has tenido abortos espontáneos y te has sentido o te sientes culpable? ¡Cuéntame tu experiencia, estoy aquí para escucharte!